alberto
Como cada año, coincidiendo con la celebración del día del libro, llenamos nuestros pasillos de magia.
Las familias han estado buscando escenarios que recrean hasta el último detalle el libro que le había tocado a su clase, han trabajado junto con sus hijos y el resto de padres y madres en equipo y el resultado ha sido espectacular.
Compartir momentos, experiencias y trabajo, se hizo posible gracias al hermanamiento, donde los pequeños disfrutaron de sus hermanos mayores y viceversa y junto a las familias realizaron teatros, canciones, bailes y manualidades que les dejarán recuerdos para toda la vida.
Si pretendemos que los alumnos tengan el gusto por la lectura, debemos facilitarles que vivan las maravillosas historias que nos cuentan los libros y si además son ellos los protagonistas de esos cuentos, de esas aventuras, les estamos poniendo en la rampa de salida hacia un nuevo mundo de posibilidades.
Nuestro colegio se disfraza al completo, no solo por diversión (eso está asegurado), sino porque de esta manera conseguimos que vean desde otra perspectiva los argumentos que han trabajado y en primera persona llenamos de realidad la ficción.
Leer es estupendo, pero vivir la lectura es mágico.
